viernes, 11 de abril de 2014

Somos tolerantes: Bueno para nosotros, bueno para los demás.

Ser tolerantes es sentir respeto y consideración por los demás, aunque sus características u opiniones sean diferentes a las nuestras.Supone tener en cuenta que las personas tienen una forma de ser, de pensar, de sentir diferentes a las nuestras. La tolerancia implica ser considerado, aceptar y admitir las diferencias.
Para que nuestros hijos e hijas establezcan relaciones positivas con sus compañeros y compañeras y con los adultos debemos educarles, desde muy pequeñitos, en la tolerancia. Es muy importante que aprendan a vivir y convivir en el respeto a las personas de diferentes culturas y etnias, que resuelven los pequeños conflictos que se les plantean mediante el diálogo., que aprendan a escuchar a los demás, a situarse en el lugar del otro, que se pongan de acuerdo en el juego y en las diferentes actividades que realicen. Si nuestro pequeño es tolerante, va a estar más integrado en el grupo.
La tolerancia se aprende y la primera escuela son los padres. Es el momento de enseñarles a respetar, a comprender y a valorar las diferencias como una realidad enriquecedora. Además los niños y niñas aprenden por imitación de nuestras conductas y comportamientos; si nosotros mantenemos actitudes abiertas y tolerantes, nuestros hijos e hijas también lo harán.


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